Diez relatos componen la nueva obra de Mercedes Abad. En los cuatro primeros, la niña gorda, remisa, cede la palabra a una voz en off, la voz omnisciente de la autora, que va acompañando a Susana y nos hace partícipes de sus pensamientos al tiempo que nos pone al tanto de las circunstancias. La distancia que establece con lo que describe acentúa su comicidad. Parte del momento decisivo que supone la visita al endocrino donde la niña gorda descubrirá, gracias a la dignidad de su voluntad -o viceversa-, que el poder ocupa un espacio definido cuyo reparto se puede cambiar, que la culpa forma parte de las estrategias del poder. No es poca cosa. Una breve, tristemente irónica y precisa ojeada desde una niña socialmente defectuosa en “El castillo” y dos pinceladas más de ese mundo que la va a conformar, pero que va a quedar atrás. Una, rebelde en “Amiguitas”, la otra, empática y neuróticamente hilarante en “La excursión”. En “Las hermanas Bruch”, la niña gorda, Susana Mur atravesando la puerta de la adolescencia, es capaz de tomar la voz cantante y contarnos una buena historia en la que ella juega el papel de detonante de la tragedia, pero comparte protagonismo con un curioso gineceo de “mujeres difíciles”, “inteligentes, insatisfechas e indiscretas”. Y es ella a partir de ahora quien dirigirá la narración. La amistad y la mentira, el cambio de papeles, la proyección de la propia imagen…, hasta llegar a “El regalo”, relato culminante del libro. Todos lo anteriores conducían a él, mas no estábamos avisados. Mercedes Abad, juguetona, hábil atesoradora de historias, partidaria tenaz de la impostura, recoge todo lo que Susan Amur ha traído hasta aquí y le da un quiebro brillante al relato, al libro entero, pasando por situaciones escabrosas, misteriosas y al mismo tiempo cotidianas, jugando con el azar y la necesidad.y encendiendo una nueva luz cenital sobre la exgordita. Tras este apogeo, “La talla 36”, con la niña gorda siempre viva y en guardia, y la estupenda “Sacrificio”, feliz y divertido matrimonio de dos historias en una que es de otra más grande, que su vez es de otra…
En resumen, un inteligente y divertido libro de historias, lleno de detalles y con una prosa vivaz, atrevida y mordaz, salpicada de sutiles detalles, en ocasiones, cómicos, en otras, significativos, acertados, dúplices… “Está bien que las cosas se caigan en momentos así. Es como si nos comprendieran, ¿sabes?”
OS FELICITO SON NECESARIAS IDEAS NUEVAS PARA SALIR DEL RETARGO ¡¡ADELANTE ¡¡
¿Letargo? ¿Retardo? Retargo: precioso. Gracias.